jueves, 1 de noviembre de 2007

Milagros cotidianos

¡Bienvenidos a Noviembre! En este primer día de mes, quiero contaros una anécdota curiosa, a la par que alegre, para empezar con buen pie esta nueva etapa. ¿Nueva?, ¿un mes más, como otro cualquiera? Sí, ¡¡nueva!! Pues quiero reivindicar el valor del “ahora”, de hacernos buenos propósitos para cada mes, si no para cada día. ¿Por qué esperar hasta el año nuevo, si cada día lo es ya?

Como digo, quiero hablaros sobre algo que le pasó a una amiga, y que me ha hecho pensar sobre lo fácil que resulta hacer felices a otras personas. Efectivamente, hay detalles muy sutiles, a los que casi no damos importancia, pero que no dejan de tener un gran valor. Nunca sabemos qué gesto –quizá insignificante para nosotros- puede llegar a tener mucha repercusión para otra persona, y alegrarle el día.

Resulta que mi amiga está trabajando en una pizzería y, en ocasiones, se ha quejado de que hay quienes van a comer, y tratan a los camareros despóticamente, como si fueran verdaderos esclavos. No obstante, al preguntarle ayer qué tal le fue el día, dijo que había sido maravilloso, porque todo el mundo había estado amable y de buen humor.

Me comentó que, mientras estaba atendiendo a los clientes de las distintas mesas, una pareja de viejecitos no dejaba de mirarla cuando pasaba, y le sonreían. Una de esas veces que cruzó por delante, la mujer le dijo: “Nena, tienes una cara muy salada, muy sonriente”.

Uno no se espera ese tipo de comentarios, así, sin venir a cuento, y menos por parte de un desconocido. Me pareció preciosa la valentía de la mujer al hablar, ya que la mayoría de nosotros, si llegamos a pensar algo parecido, solemos callarnos y no comentar nada, por vergüenza... cuando, en realidad, el único efecto que puede provocar un comentario así, en la persona aludida, es una sonrisa y un cálido sentimiento de satisfacción. Así de sencillo; así de efectivo.

Pero no acabó así la cosa. Más tarde, llegó al local un matrimonio de franceses. Mi amiga, que sabe su idioma, estuvo charlando con ellos cada vez que se acercaba a atenderles. Al final, cuando ya se marchaban, y después de haber hablado un buen rato, en un ambiente distendido, el hombre le dijo: “Nos vamos ya, ¿puedo darte un abrazo?”. Se levantó de la mesa, y le dio un afectuoso abrazo.

Es cierto que no suele ser un gesto muy habitual hacia un camarero –en ocasiones, ni siquiera lo es para con nuestros amigos y familiares-, sin embargo, estoy segura de que el hombre no llegó a imaginar lo mucho que supuso aquello para mi amiga.

Finalmente –como veis, tuvo un día redondo- salió a la calle para atender a las mesas que tienen fuera, en una terracita, y vio a un chico que estaba pasando por allí.

Me dijo que se le quedó mirando porque le pareció muy atractivo: tenía rastas y llevaba un pendiente, pero era guapísimo, así que se quedó embobada, sin apartar la vista. Entonces él, de manera muy graciosa, le dijo: “Niña, ¿a qué hora sales que vengo a recogerte?”, jajaja...

¡Ya veis! Apenas un comentario gracioso, dicho a tiempo, es suficiente para dibujar una enorme sonrisa en la cara, y dejar un regusto agradable al tratar con otra persona.

Así que, en definitiva, sólo quería transmitiros la experiencia de mi amiga, para haceros pensar sobre lo sencillo que resulta, en ocasiones, tener un gesto agradable, un detalle amistoso, una palabra que anime, aunque sea momentáneamente, a quienes tenemos cerca, los conozcamos o no. Y, a la vez, lo importante que resulta, también, estar predispuesto para captar los detalles que los demás puedan tener con nosotros, y que muchas veces se nos escapan o no les concedemos valor.

El gesto más sencillo puede llegar a ser, aunque no lo imaginemos, un regalo único y especial para la otra persona, llegado en el momento idóneo. Luego decimos que no existen los milagros... yo no estaría tan segura. Habrá que creer en ellos, y arriesgarse a hacerlos, para comprobarlo.

1 comentario:

MBP dijo...

No pude dejar de contestarte despues de leer lo que le pasó a tu amiga! Que buen día habrá tenido en eldía de ayer..
A mi me pasó algo muy extraño tambien, estoy escribiendo en este moemntosobre eso en mi blog, date una vueltaporahi mas tarde.

Que tengas un buen cominenzo de mes!