Dicen que, cuando una mujer está embarazada, como por arte de magia comienza a encontrarse a otras mujeres que están en su misma situación; digamos que, de alguna manera, se le activa un "radar" especial; se establece una sintonía, una mayor sensibilidad para captar aquello que, en circunstancias normales, podría pasar más desapercibido.
Esta misma sensación la estoy teniendo yo, últimamente, con todo lo que está relacionado, de un modo u otro, con Dios. De vivir una etapa en la que no le descubría en nada ni en nadie, he pasado a encontrar alusiones a Él en TODO cuanto me rodea.
Es como si estuviese embarazada de su espíritu, sin saberlo -o sin querer reconocerMElo-; como si tuviese una semillita ahí dentro, un anhelo de esa llama de Amor, que me ha llevado a activar una especial sensibilidad para percibir su Presencia, siempre constante, siempre cercana.
He de decir que, desde hace un tiempo (largo, por más señas) , había decidido -casi sin avisarLe, al Pobre- rehacer mi vida dejándoLe a un lado -si es que, ¡cuando me da por pasar mis épocas de ermitaña!-. Fue un desplante en toda regla, la verdad; pero ¡ay, ingenua de mí! Siempre trato de hacerme la independiente -tal vez como un jueguecito inconsciente, por llamar más la atención del ignorado en cuestión-, pero mi actitud no convence del todo.
El caso es que he querido alejarme de Dios, pero creo que Él no estaba dispuesto a dejarme marchar así como así. Siempre olvido que mi relación con Él no es MI relación con Él, sino que, al ser dos... pues no todo depende de mí y mis decisiones. Sí, yo puedo "cortar", pero eso no quita que el otro siga tratando de conquistarme y hacerse el encontradizo -como puede ocurrir en cualquier pareja-.
Durante mucho tiempo, pues, he ido de "hija pródiga alternativa", de pasotilla, a mi aire, y preocupándome únicamente de lo que tenía ante los ojos -como los burros, vamos-.
Mas, de repente, sin yo quererlo, ni buscarlo, ni pretenderlo... he empezado a ver, escuchar, tocar, sentir y vivir cosas que me hablan de Dios de mil maneras distintas.
Como si Él hubiese querido movilizar cielo y tierra para abrazarme, encontrarme y sorprenderme del modo que hiciese falta.
Como si, de repente, me dijese: "¡Que estás llena de mí, llena de gracia! ¡Que no te enteras de que no te vas a librar de mí tan fácilmente!", jeje..
Y, ¿cómo se las ha ingeniado, esta vez, para hacerse notar? Pues, veamos, os voy a enumerar algunos de esos "sutiles-detalles-descaradamente-explícitos" que ha tenido conmigo, en cuestión de dos o tres semanas:
- me ha hecho salir de mi tierra (expresión muy bíblica, como veis) para llevarme "a la tierra que Él me mostraría", y que ha sido Tierra Santa. ¡No había un lugar que más claramente pudiese hablarme de Dios ahora mismo!
- mi madre, que pasa un poco de estos temas, cuando volvimos del viaje me pidió ¡¡el Nuevo Testamento!! (aunque sólo lo hiciera por identificar algunos de los lugares visitados, creedme que ya es mucho)
- me ha tocado como tutor del CAP (algo sin relación aparente con la religión) a este hombre que yo conocía de la parroquia.
- he empezado a hablar con un amigo del CAP, antiguo compañero de facultad, y he descubierto que anda muy metido en su parroquia y le llama mucho esta cuestión
- la única persona "desconocida" hasta ahora que me ha escrito en el blog, puso en una entrada del suyo, el otro día, una oración a la Virgen
- una amiga me comentó que por qué no empezaba un curso sobre "personalización de la fe".
- hoy, pensando en este tema, para escribirlo en el blog al llegar a casa, me he bajado del autobús y, lo primero que he visto, ha sido un cartel anunciando una Convivencia Vocacional que decía: "Dios te llama a ti".
- Tras mirarlo, me pongo el mp3 y la primera frase que oigo de una canción es: "en mi corazón oía Tus Palabras y el recuerdo de ellas no me deja en paz..."
- Llego a mi casa y tenía una carta de los Misioneros Claretianos, hablando sobre el Adviento, y que dice: "Dios te necesita a ti para poder encarnarse en cada situación de este mundo".
- Yo, por mi cuenta, me estaba planteando hacer el tema del doctorado sobre Poesía Mística, o sobre Poesía relacionada con la Teología de la Liberación en Hispanoamérica.
- En cuestión de una semana, me han escrito VARIAS personas que yo conocía del ámbito cristiano...
¡¡Socorro!! ¡¡Vaya bombardeo de mensajes!! Subliminales no son, desde luego, ¡qué barbaridad! Puede que os parezca que soy una flipada, o que "veo lo que quiero ver", pero no me negareis que la cosa es como para planteársela. Qué derroche de Presencia por todas partes, ohú... ¿o será que estoy como las embarazadas, más sensible en mi modo de mirar, enfocado desde el corazón?
En cualquier caso, esto coincide -para colmo- con que ahora empieza el Adviento: la época de la espera, de la gestación; el momento de preparación, previo a "dar a luz". ¿Podemos seguir hablando de mera coincidencia? ¿o quizá no? Quizá este año haya motivos para la esperanza... quizá renazca la Luz en mi vida... quizá, sólo quizá, me oigáis cantar dentro de poco, a mi manera, lo que ya María experimentó mejor que ninguna otra mujer:
"Canto con gozo a mi Señor, porque me ha hecho tan feliz, al sentir que todo mi ser se embaraza de su Amor. Él miró mi pequeñez, y aun así me enamoró. Sé que todos me dirán dichosa por su bondad para conmigo".
7 comentarios:
Querida, el Amado/Amante produce amor, fecundo y fecundante.
¿Y aún no te has pensado todo lo que tu mera presencia va a provocar en los que te rodeamos?
Me encanta tu blog = me encantas tú.
Sigue atenta a los signos de su presencia imponente.
oyeeee ¡qué fuerrrrrrte!
sólo deseo para ti, y todos los que te rodeamos de alguna manera, que ese embarazo vaya p'alante.
diosito y la esperanza vayan ganando tu vientre, tu mente, tus sentimientos, tus manos, oídos, pies... toda tú.
FELIZ ADVIENTO, pues.
Gracias por tu comentario, jm. Ciertamente, a veces me empeño en querer encontrarLe para amarle, o amarle más para encontrarle de verdad.. y me pierdo en búsquedas absurdas, cuando la cosa es tan sencilla como descubrir que ÉL ESTÁ y ES ese Amor -cotidiano y, a la vez, extraordinario- que recibo, experimento y comparto en el día a día.
Gracias por valorarME; mi pequeña presencia podrá provocar "algo" en la medida en que haya personas (como tú) que tengan esa sensibilidad para mirar, captar y sacar lo mejor de quien tienen al lado.
Anónimo, gracias por el apoyo, por los buenos deseos (que son mutuos) y por "creer en que puedo creer", antes que yo misma.
Feliz Adviento, feliz "embarazo", también para "vos".
Ojalá pudiésemos encontrarnos, como Isabel y María, y fundirnos en ese abrazo de alegría y esperanza compartidas.
Te envío uno "telepático".
"¿Dónde encontrarte, Señor?.Tan cerca estabas de mi y no me di ni cuenta..."
http://es.youtube.com/watch?v=Gwn2z31orMc
Gracias por el mensaje, Anónimo, y por ese enlace a la canción de Pedro Guerra. No la conocía y, francamente, ayuda mucho a abrir los ojos para reconocer a ese Dios-disfrazado que sigue hablándonos y esperándonos en tantas y tantas personas que nos miran y necesitan.
De nuevo, ¡gracias!
No sé muy bien como he caído aquí, la Providencia quizá.
El caso es que de una sentada me he leído varios post y realmente me han cautivado.
La sencillez, la sinceridad, la confianza...Palbras llenas de VIDA.
Gracias, te aseguro que hoy me has hecho mucho bien.
Te seguiré leyendo.
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