lunes, 5 de noviembre de 2007

Almas gemelas

¿Habéis experimentado en alguna ocasión que, al tratar por primera vez con una persona, os hayáis sentido como si ya la conociéseis desde siempre?; ¿alguna vez habéis mirado a esa persona, y habéis visto reflejado en sus ojos vuestro "lugar en el mundo"?; ¿tal vez habéis estado junto a alguien en silencio, sin cruzar palabra, pero saboreando internamente todas las cosas bonitas que le diríais si tuvieseis el valor de hacérselo saber?


Muchos han catalogado a quienes se sienten así como "almas gemelas"; otros hablan de telepatía. Algunos opinan, incluso, que este fenómeno no han de experimentarlo las dos personas a la vez para que sea real: basta con que una de ellas lo acuse, para que ese vínculo emocional exista.

Al respecto, me gustaba mucho una postura (bastante idílica, sí, pero nadie puede arrebatarme la capacidad de imaginar), que sostenía que, cuando una persona sueña con otra por la noche, en realidad lo que ocurre es que ambos espíritus se han buscado y encontrado durante ese período; pero que, al despertar, tan sólo a uno de ellos le está permitido recordarlo.


Habrá personas que consideren exagerado eso de conocer a alguien e, instantáneamente, sentir a flor de piel un "no-sé-qué", una corriente de ternura hacia la otra persona, que parecía haber estado siempre ahí, esperando a ser despertada del letargo.


Sí, puede que suene exagerado... pero yo lo he vivido.

En mi vida he conocido a muchas personas maravillosas que me han hecho sentir muy amada; pero sólo con unas pocas -muy pocas- he tenido esa sensación de que ambos corazones estuviesen latiendo acompasados, danzando "al ritmo de un abrazo".

Además, este fenómeno es algo tan sutil y tan íntimo, que no puede ser revelado al otro así como así; al menos, no de palabra. De hecho, pocas veces ocurre que el sentimiento sea recíproco... lo más frecuente es que una de las personas no “recuerde” que ambas están hechas la una para la otra.

Si el reconocimiento mutuo se da, la alegría es completa, pues "lo más hermoso que puede pasar es que ames y seas correspondido"; pero, de no ser así, el amor ha de ser paciente y puro, amando sin esperar nada a cambio.


No sé vosotros, pero os prometo que yo he conocido a personas con las que he sentido que nos estábamos dejando atrás una vida en común. No sé cómo describiros ese sentimiento, pero es algo así como que al alma le entra nostalgia de atardeceres compartidos, de paseos por la playa, de leer -en los labios inmóviles del otro- poemas nunca antes recitados.

Cuando he estado junto a personas así, se me han venido a la mente -y al corazón- imágenes de otra vida (¿ya vivida y olvidada?, ¿aún por explorar?) de mañanas de domingo desperezándome en la cama, de viajes por el mundo sin otro mapa que su sonrisa, de dos manos ancianas entrelazadas junto al calorcito de una mesa de camilla.

También, en ocasiones, he anhelado que alguien interpretase, en mi media-sonrisa tímida, una invitación para hacernos saltimbanquis, y proponernos superar las barreras que nos separaban (el no conocernos, lo que otros pensarían, los compromisos ya adquiridos, las diferencias de edad, situación, mentalidad...); o para convertirnos en ángeles; o para hacernos nómadas y dejar que las estrellas nos arropasen cada noche en un vergel distinto.

Y a veces, sólo a veces, el color sonrosado de mis mejillas ha dejado traslucir mi deseo de regalar a alguien un hermoso ramo de flores, una primavera entera envuelta en el papel transparente de mi mirada.

Pero, al final, nunca he sido capaz de expresar ese anhelo de un abrazo, de detener los relojes, de ignorar a la Historia que se encargó de difuminar y fracturar mis sueños de reencuentro; no he sido capaz de reivindicar mi derecho a desear un simple beso.

Finalmente, pues, lo máximo que he logrado hacer al respecto ha sido sacar fuerzas para invitar a mis "almas gemelas" a charlar un rato. El tema de la conversación siempre ha sido lo de menos: el tiempo que pasa, recuerdos, opiniones sobre acontecimientos varios...

No es que no me interese conocer mejor a la otra persona a través de sus comentarios; pero es que, en esos momentos, lo más valioso para mí es, sencillamente, saberme junto a la persona con quien "tengo / quiero / busco / anhelo estar". Ya está. Sentir su compañía, su aliento cálido mientras respira, su presencia a mi lado tan llena de vida...

Nada me ha importado más, mientras he estado con un "alma gemela", que SENTIRLA ahí, aquí, dedicándome su tiempo, su "ahora", su existencia entera congelada en apenas unos instantes de diálogo.

Pero, sí, pese a cómo mistifico mis encuentros con otras personas, no soy capaz de decirles nada respecto a lo que estoy sintiendo en ese momento, así que, cobardemente, he ignorado, callado, silenciado y desprestigiado esos pensamientos de llevar una "doble vida", que tan políticamente incorrecto resultaría revelar, pero que siguen poniéndome la piel de gallina, sin que nadie se dé cuenta.


Mas no creáis que la mía es una historia “de lo que pudo ser y no fue”; no.

Pese a que ahora me falta el valor suficiente para expresar lo que mis ojos, sin embargo, son incapaces de callar... sé que, algún día lograré hacerlo; si no en ésta, será en otra vida.

Y es que aún existe otra “teoría” respecto a por qué nos sentimos “en casa” con personas a las que casi no conocemos. Ésta es, para mí, la más válida de todas las explicaciones, simplemente porque me resulta la más hermosa:


Hay quienes opinan que sentimos esa especial atracción, esa sintonía, ese abrazo intangible con algunas personas en nuestra vida porque realmente SIEMPRE han estado a nuestro lado.

Se dice que, cuando morimos, volvemos a nacer junto a las personas que para nosotros fueron importantes en otras vidas, solo que no podemos recordarlas porque asumimos un rol y una apariencia diferentes cada vez.

Así, la que ahora es mi madre pudo ser mi mejor amiga en una vida pasada; mi hermano pudo ser mi abuelo; alguna amiga pudo ser mi novio; mi pareja pudo ser el dueño del quiosco donde yo compraba el periódico...


En definitiva, que cambia el exterior, y cambian las circunstancias, pero no así el corazón ni el Amor que subyace dentro de cada persona: el Amor no pasa nunca.

De esa manera, se trataría de una especie de eterno retorno, dado que se postula que los espíritus que se aman permanecen siempre juntos aunque, físicamente –vida tras vida-, no sean capaces de reconocerse.


Por tanto, cuando conozcáis a una persona con la que, sin explicación aparente, sintáis nostalgia de amaneceres, prestad atención a “lo que os gustaría decirle y no tenéis valor de expresar”. Escuchad a vuestro corazón; pues él, tras siglos y siglos anhelando el reencuentro con su alma gemela, sabrá reconocer -más allá de toda apariencia- al que siempre estuvo destinado a ser su único y verdadero Amor.

12 comentarios:

MBP dijo...

Waw.. me dejaste sin palabras.
Nunca lo habia pensado del tal modo, lo cierto es que creo que hayalmas gemelas en este mundo, y sin dudas contadas con la mano. Casi podría decir que una sola en mi caso, esa sensacion de cnocerse de toda la vida, de mirarse y saberlo todo, de esos sentiemientos encontrados... como si nuestras almas se encontraran y abrazaran en el mas alla!!

Muy lindo tu escrito!

Unknown dijo...

"Tú eres mi alma gemela, y doy gracias a Dios porque eres un maravilloso don para mí" Te quiero mucho!Ani.

tere dijo...

Hola Belén (por cierto, ¿puedo escribir tu nombre real? no sé si querrás mantener el anonimato, je), y ¡bienvenida, Ani! Me alegra encontrarte por aquí.

Me afecta e interesa mucho esta cuestión de las almas gemelas o, al menos, de la conexión que establecemos -casi milagrosamente- con algunas personas.. supongo que porque busco respuesta a mis propias vivencias.

Creo que sentir esa comunión, física o espiritual con alguien, es una de las experiencias más hermosas que existen, y de las pocas que jamás se olvidan.

Sin embargo, también resulta algo muy doloroso dado que, en muchas ocasiones, la unión no es posible por diversas circunstancias.
Y entonces, uno SIENTE que se le parte el alma, al ver que su lugar en el mundo está junto a la otra persona, pero que ha de resignarse y continuar viviendo como si el milagro no se hubiera producido.

Queda la satisfacción en el corazón, la acción de gracias -a Dios o a la vida- por haber cruzado los caminos... pero la tristeza honda de quien sabe que el alma queda huérfana, inevitablemente escindida en dos mitades, y que una de ellas siempre estará lejos... allá donde se encuentre nuestra alma gemela.

Anónimo dijo...

Guardaré lo que has escrito como un tesoro.Has logrado expresar lo que siempre he sentido por tí.Mi amor tuvo que conformarse con ser paciente y puro, pero ha sido y es una de las cosas más hermosas que conservo en mi corazón,y que nunca -y lo sabes-podrá dejar de existir.
Quiero que sepas que eres la única alma gemela que me he encontrado en la vida, y dudo que vuelva a cruzarme con otra.Gracias por todo lo feliz que me haces, muchas veces, casi sin darte cuenta ;)
TQ

Anónimo dijo...

He leido "Dos almas Gemelas" en ediciones obelisco y rompe con viejos conceptos gastados y da una vision rompedora y profunda... ya era hora.

tere dijo...

Hola anónimo,
también yo he leído ese libro.. se lo regalé a una persona muy especial para mí, de hecho.

Y, sí, me encantó su enfoque... aunque, confieso, me resulta difícil eso de amar "dejando libre a la persona".
Sé que hay almas gemelas que no pueden estar juntas y, sin embargo, jamás dejarán de amarse... pero... supongo que me brota cierta rebeldía interior de ver cómo se deja "fluir la vida", y pasar las oportunidades, sin poner TODO de nuestra parte para estar con la persona amada.
Hay cosas, resignaciones, que no comprendo... Esta vida no es un ensayo, es la única que tenemos.. Y con el amor no se juega; no cuando es tan puro y profundo como el que pueden sentir dos "almas gemelas".

Anónimo dijo...

Yo he experimentado esa clase de sentimiento, y lo guardo en el corazón como un tesoro. A veces la vida une, aunque sea por unos instantes, a dos personas que no se conocen pero que intuyen instantánea y recíprocamente la verdad del otro. Doy gracias por que se me haya otorgado el don de este encuentro "mágico" ya que, a pesar de que la distancia física con la otra persona es insalvable, no así mi unión espiritual con ella.

Sirena Corazón dijo...

Gracias Tere por expresar lo que muchos sentimos. Reencuentros y reconocimientos...
Te invito a visitar mi blog sobre Almas Gemelas.
"ALMAS GEMELAS QUE SE UNEN"
http://almasgemelasqueseunen.blogspot.com
Hoy he compartido alli esto que escribiste sobre Almas Gemelas tan hermoso (citando ,escribiendo que es de tu autoria y direción de tu blog, que he visto ya no sigues escribiendo...espero sigas tu camino y carrera-profesión ).
Un abrazo de luz!
Sirena Corazón

Anónimo dijo...

Yo conocí a mi alma gemela hace 24 años por cosas de la vida nos separamos nos vimos varias veces hasta q hace año y medio nos reencontramos intercambiamos números telefonicos y el me escribió Hablamos muchas cosas por las q nos separamos q el sabia a mi me dolían me pidió perdón y me dijo q todavía me amaba pero hoy día estamos comprometidos pero cuando nos vemos es una sensación de estar juntos por siempre de no querer separarme de el, lo veo a los ojos y siento q nos necesitamos pero estamos claros q aun y con todo lo q sentimos no podemos estar juntos. No se si es porque el fue mi primer amor pero lo que siento cuando estoy cerca de el no lo siento con mi pareja

Unknown dijo...

Qué maravillosa historia o narrativa, hasta la leí en voz alta, ya que estoy estudiando vocalización para educar la voz, me pareció tan maravilloso tu relato, que se me hizo un nudo en la garganta.!!!!

Unknown dijo...

Estimada Tere, he confesarte algo muy extraño que me pasa con profesor de gospel cuando llega y cuando nos vamos nos regala siempre un abrazo; hasta ahí todo bien. Lo curioso es que muchas veces nos hemos transmitido energía y he tenido la sensación que lo conozco de otras vidas. Así que se lo comunique no hace mucho; en otras palabras, me arme de valor y se dije. Después de decírselo sentí una gran gratitud por habérselo comunicado. No se ha pronunciado al respecto ni creo que lo haga más bien se haya sorprendido...

Daniela dijo...

Me encantó!! Lo leí completo!! Saludos