martes, 2 de octubre de 2007

Tere y Teresita

El reloj de la estantería marca las dos de la mañana, con un latido incesante que demuestra que la casa sigue viva, a pesar de que las horas del día se han ido marchitando lentamente por los rincones. Las luces se han apagado y ya sólo pueden alumbrar los sueños de quienes duermen, con esa luminosidad onírica que permite ver aun teniendo los ojos cerrados.
Tere descansa en su cama, en una acostumbrada postura fetal, mirando hacia un lado y abrazando su almohada, como si quisiera escuchar los secretos que ésta esconde, que quizá ella le ha ido revelando, noche tras noche, en ese estado de semiinconsciencia que precede y sucede a las horas de sueño.

Tere duerme, sí, pero Teresita, su lado más tierno e infantil, se ha levantado sigilosa para escribir un pequeño mensaje en esta página.


Tere conoce a Teresita, trata de cuidarla, de defenderla, de comprender sus caprichos infantiles y su necesidad más profunda de sentirse querida y aceptada, sin tener que fingir una madurez que no puede pedirse a una niña pequeña e inocente. Teresita también conoce a Tere, pero a ella le cuesta un poco más ponerse en la piel de su "yo adulto". A veces no entiende sus motivaciones de persona mayor, sus quebraderos de cabeza, su modo de sopesar las circunstancias, su introspección.

Para Teresita todo se resume en sentirse amada y en buscar la felicidad en los pequeños detalles de cada día; en cuestionarse los porques de todas las cosas, y en no cejar en el empeño hasta conseguir lo que quiere, aun a costa de rabietas. Para Tere la realidad es algo más complicada... engloba también el esfuerzo, el sacrificar ciertas cosas por conseguir algo mejor; supone ceder, transigir, hacerse responsable...
Ambas mantienen una bonita relación, aunque a Teresita le gustaría poder expresarse con más libertad, en vez de tener que comprender, siempre, los motivos que le da Tere para que no actúe de determinada forma.

Teresita aporta a Tere la frescura y la inocencia de una niña, la espontaneidad y el sentirse vulnerable, frágil y pequeña. Tere, por su parte, aporta a Teresita la protección, el cariño incondicional, cierta racionalidad, y la posibilidad de comprender un poquito mejor el mundo que le rodea.

A veces cada una va por libre. En ocasiones, es Teresita la que aparece sin avisar, cuando menos se le espera: y se enfada, o busca llamar la atención, o se pone a llorar y Tere no sabe dar explicación a porqué brotan sus lágrimas sin querer, o también se convierte en el alma de la fiesta, con sus bobadas y sus ganas de reír.
Otras veces es Tere la que va a su aire y bloquea a su niña interior. Entonces, cuando Teresita quiere actuar (siempre quiso ser actriz de teatro), aparece Tere sin avisar y su timidez impide expresarse a la niña que es, o bien le da por soltar grandes parrafadas cuando Teresita ve que la respuesta puede ser más sencilla; o, también, Tere intenta a veces ser lo que se espera de ella, olvidando la espontaneidad que sólo caracteriza a la niña que lleva dentro.

Sin embargo, también hay momentos en que las dos están en total comunión. Son instantes muy sutiles, que pueden pasar desapercibidos si uno no se fija con atención. El modo de darse cuenta es tan simple como observarlas cuando creen que nadie las mira: cuando creen estar solas, cuando vuelan libres, cuando se detienen en mitad de la calle para mirar las nubes, cuando sonríen, cuando les brillan los ojos (porque éstos son el espejo del alma)... Entonces, sólo entonces, es posible descubrir a las dos niñas que sienten, hablan, respiran y cantan al unísono.

Si en una noche como ésta os acercáis a ellas de puntillas, sin que sientan vuestra presencia, podréis observarlas juntas, acurrucadas... siendo, en plenitud, la que soy, una delicada y frágil suma de ellas dos... aquella que espera, contempla, ama y sueña aquí, "desde mi estrella".

2 comentarios:

luisantoniorh dijo...

Hermosos paisajes se otean en esta "esterella", o "esteresilla".
La tuya. Tu estrella.

Chapó.

Y Gracias en nombre de todos los que miramos al cielo.

Dios está. Sin duda.

tere dijo...

Gracias luis! tus palabras son el primer comentario que recibo en mi blog y, sin duda, la calidez que desprenden harán que mi estrella irradie hoy una luz más brillante.

"Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en mi estrella, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si todas las estrellas riesen".
[El Principito]