viernes, 25 de enero de 2008

Montañas de Libros


Hace un par de días, estuve en un bar de la Alameda, charlando con una amiga, y me dijo que esa noche había tenido un sueño de lo más original. Esa conversación me ha dado la idea de abrir otro apartado especial dentro de mi blog: bienvenidos, pues, al nuevo "rincón onírico". Podéis comentarme sueños curiosos que tengáis, y los iré publicando aquí; o, también, podéis agregar comentarios interpretativos a las paranoias que yo vaya poniendo... ¡imaginación al poder!

Por lo pronto, inauguro este espacio con un sueño... como me lo contaron, os lo cuento:


* * * *

Era un día oscuro, casi negro.. el paisaje, teñido de azabache de uno lado a otro lado, de Este a Oeste, del suelo al cielo, amenazaba con engullir en su tiniebla al osado caminante que quisiese seguir transitando por aquel lugar. Mi amiga avanzaba, como un espíritu sutil e incorpóreo, a través de un pequeño sendero, estrecho, casi inaccesible, que discurría hacia la cima de una montaña. Más allá de la tierra resbaladiza y la arenilla suelta de la senda, su mirada se perdía en la negrura del precipicio que se abría a su lado, como si de una boca abierta se tratase, y cuyos dientes eran las montañas escarpadas y picudas que sobresalían, allá en la lejanía.


Mi amiga siguió avanzando sin despegar los ojos de aquel paisaje, apoyándose en la dura roca para continuar, con esfuerzo. Entonces, se fijó en un hecho sobrenatural: la montaña no estaba hecha de piedra fría sino que, en su lugar, enormes libros recubrían las paredes.

Eran libros de un tamaño gigantesco, equivalente a la altura de treinta personas que estuviesen puestas de pie, unas sobre otras. Paredes de papel y tinta, y páginas por ser leídas. Libros y más libros, enormes, encuadernados a la antigua usanza, cubrían la roca desde todas las perspectivas posibles.

Asombrada por el hallazgo de este sitio sin igual, mi amiga quiso asomarse al precipicio que, en abrupta pendiente, se abría al otro lado del camino. Y, ¿qué creéis que vio abajo?


Miles de libros viejos, de todos los tamaños, desparramados también por el suelo. Libros grandes y pequeños, antiguos, con las pastas rotas, con las hojas arrancadas... Todo un valle de hojarasca seca y requemada esperaba al fondo del abismo... libros muertos, relegados, quizá, al olvido.

Sus hojas, amarillentas, grisáceas, cadavéricas, se mezclaban con las cenizas de otros libros que habían sido incinerados, quemados, destruidos por quién sabe qué personas, o por el paso de Dios sabe cuánto tiempo.

Enormes libros que decoraban las infinitas paredes de la montaña, a lo largo del estrecho y dificultoso sendero hacia la cima, y también libros muertos y ajados por el camino, abandonados al fondo del abismo...

* * * *

¿Acaso una metáfora del ascenso al saber?, ¿quizá un símbolo del cambio que sufre la cultura, de los conocimientos que nos acompañan en el difícil camino, y de los que vamos olvidando a nuestro paso?, ¿tal vez una imagen visionaria de un idílico mundo sobrenatural regido por los libros?... ¿la Biblioteca de Babel, de que hablaba Borges?...

Para aquellos que consideren que los libros no tienen razón de ser, y que tiendan a relegarlos a esa lenta muerte del silencio, que acontece a los libros no leídos, vienen al caso estos versos de Góngora:


"Se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada".


Sin embargo, a mí, la imagen de los libros cenicientos, me evoca estas otras palabras de Quevedo:


"serán cenizas, mas tendrán sentido...”

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que la susodicha onírica ha soñado con la interpretación que un filólogo ateo puede hacer del cielo y el infierno.¡Toma ya!

tere dijo...

tú te chutas, verdad?... ¿me conoces de algo?...
anda, buen rollito, paz, amor... porrito va, porrito viene... colegueo a raudales...
De todos modos, me ha gustado la perspectiva Dantesca (en los dos sentidos) de cielo-infierno... Te lo has currao ;) besissss

Anónimo dijo...

Mucho porrito veo yo por aquí...XD

¡¡Besotesss!!

tere dijo...

Pos yo, con tanto porrito... toy ya que no veo naaaaaaaaa...
Buenooo, perdona, sí, compañera... ese cocodrilo azul que viene volando hacia mi estrella.... waaaaaaaau........ jajajajajaja....

Anónimo dijo...

Paso bastante desde que subiste esto.. espero yegue me mensaje.. Me fascirelato, soy argentina, y realmente me ha gustado mucho, interesante