domingo, 23 de diciembre de 2007

Esa cosa llamada "Navidad"


No sé a cuento de qué, parece que, en estas fechas, se habla mucho de un acontecimiento llamado "Navidad". Quizá lo bonito de la palabra na-VIDA-d sea la VIDA que encierra en su interior... aunque luego, a la hora de analizar su significado, no nos ponemos de acuerdo.


Dicen que, por estas fechas (sin tomar en cuenta el error de cálculo de los años que hace, etc etc) nació un tal Jesús.

Yo no sé si seremos conscientes de QUÉ es lo que estamos todos celebrando, pero el caso es que celebrar, ¡hay que celebrar! y, en cuestión de atrezzo, ¡a ver quién gana!

Ése es el motivo por el que a todos nos da por poner la figurita de un niño en nuestra casa, así como en escorzo, medio retorcido el pobre nene, con una rodilla levantada, rubio como si hubiera nacido en Finlandia, y con dos deditos regordetes levantados que parece que te los va a meter en los ojos. Vamos a ver, señores; vamos a centrarnos. ¿A qué viene poner un niño tan almibarado, sonrosadito y rubio, que parece más un dibujito de la Disney que un niño del actual Israel, pobre y nacido en una noche fría, dentro de una cueva sucia, con olor a animales y sin apenas luz? Ah, pero eso, los que más se curran la decoración, eh?... que no sería la primera vez que, al encontrarme sin niño el día 24, he tenido que poner una figurita de Lego en el portal.


Pero, en cualquier caso, lo que está claro es que esto de la Navidad no deja indiferente a nadie. Hay quienes ponen el grito en el cielo por la que se lía (compras, algarabía, preparativos, comidas familiares, de trabajo, entre amigos..); otros, en cambio, ponen el grito en el cielo -nunca mejor dicho- cantando esos villancicos que nos meten hasta en la sopa:


¿Que va usted a la peluquería? "La Virgen se está peinaaaando entre cortina y cortina". ¿Que va a pasear por la ciudad? "El camino que lleva a Belén". ¿Que va a la confitería? "Hacia Belén va una burra cargada de chocolate". ¿Que sales a pasear junto al Guadalquivir? "Pero mira cómo beben los peces en el río". ¿Que sales de viaje? "Ole, ole Holanda, ole, Holanda ya se ve". ¿Que tienes audiencia con el Rey? "los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón". ¿Que quieres una excusa pa pegarte un homenaje? "Saca la bota María que me voy a emborrachar". ¿Que sales a comprar los avíos para el cocido de mediodía? "Al Supersol voy de compras, rin-rin"....

Y, así, hay una canción para cada circunstancia de la vida...


Y luego está la cosa de que todo el mundo se convierte en proto-santos por estas fechas: somos más caritativos; nos da por sonreír a la vecina-porculera de arriba que, durante el resto del año, se dedica a caminar con tacones sobre nuestra cabeza a las 6 de la mañana; mandamos mails llenos de buenos deseos; osamos reunir a toda la familia y, además, mostramos nuestra mejor predisposición: “calla, calla, Mari, ¡si a mí no me importa preparar la cena para cuarenta personas, mujer! Que es Navidad..” o "Anda, chiquilla, no te preocupes porque la niña me haya tirado una copa de vino sobre mi vestido de Yves Saint Lauren que llevo pagando desde la comunión de mi hijo Pepe, sí, el que se ha jubilado el mes pasado..."


Pero bueno, ahora en serio, como es bonito sacar las cosas positivas a cada AHORA que vivimos, también yo quería hacer un recuento de cosas lindas de la Navidad... independientemente del sentido religioso que tiene esta fiesta (y que allá cada uno el valor que le concede). ¡Vamos a frivolizar un poco al describirlo! que una vez al año, no hace daño:


Pasear por las calles iluminadas, con más gente, más vida, más revuelo; esas mujeres histéricas, pegándose a guantazo limpio por conseguir el último muñeco Pocoyó de la tienda; el olor de las castañas en la calle; el hombre que vende palodú junto a la plaza del Duque; el calorcito que hace cuando uno entra en las tiendas, o en algún barecillo (más calorcito si se acompaña de un carajillo o similares "bebidas espirituosas" de más de 40 grados, jeje); lo entretenidas -y surrealistas- que son las letras de los villancicos si uno se pone a analizarlas (aún sigo preguntándome quién será la de “ande, ande la Marimorena”... o por qué hay que hablar de que “Holanda ya se ve” cuando vienen los Reyes Magos)... por no hablar de lo “entretenido” que resulta cantarlos en familia (copazo de anís incluído), jijiji..


Mmmmm... el huevo hilado; quedar con mis amigas en nuestra tradicional reunión el día de Reyes (nunca vemos la cabalgata pero ¡y lo que marujeamos!); la ilusión al envolver los regalos que hemos comprado a otros (envolverlos, eh? porque salir a comprar...¡vaya coñazo!), y desenvolver los que nos han dejado los Reyes a nosotros.


Ver a la familia (fuera guasa... ¡claro que es agradable reunirse, aunque sea de vez en cuando!); ver esas maravillosas reposiciones de películas en la tele, como “Sonrisas y Lágrimas”, “Canción de Navidad”, “Eduardo Manostijeras”, “El día de la bestia”...


Volver a escuchar “El Tamborilero” cantado por Raphael (creo que pese a los años, sigo sin estar preparada para el trance); ir al cine (este año, a ver la peli de María Isabel, por supuesto!! Jajajaja); mandar Christmas -¡felicitaciones navideñas, joé! a ver si hablamos español- a la gente que queremos (en mi caso, “plantearme que debería mandarlos”.. porque siempre se me pasa); hacer malabarismos para comerse las uvas (o lacasitos, o chupitos.. o las distintas versiones posibles para las 12 campanadas)... y espurrearlas de nuevo en el plato cuando ya te las has metido todas en la boca..... o bien ir a darle un beso a tu familia con el carrillo hinchado (con lo cual, al ir a felicitar el año nuevo, siempre se traga una el liquidillo de las uvas y se harta de toser).


Levantar disimuladamente la cobertura del roscón para “adivinar” dónde está la sorpresa escondida; decorar la casa con bolas de colores chillones y espumillón-hortera-pero-divino-de-la-muerte; dejar la tele puesta durante el discurso del Rey (¿alguien lo sigue de principio a fin? Este año, como abuse del tiempo estipulado, todos los españoles, unidos por el mismo sentimiento patrio, le diremos al unísono eso de: "¿por qué no te callas?", a ritmo de pandereta ); hacer apuestas sobre cuál será el último anuncio del año; cagarse en los niños de San Ildefonso cuando cantan el Gordo (del que no toca ni el reintegro..... "Te lo dije, Paco, ¡¡que acabara en UNO!!")... y empezar a hacer recuento mental de qué personas conocemos que vivan o hayan estado en el sitio donde ha tocado el premio (¿para mandarle un Christmas y estrechar lazos?).


Comprobar que los Reyes Magos se ha tomado la copita y los dulces que les hemos dejado (conozco casos de chavales que dejaban ¡tres barreños con agua para los camellos! Por Diosssssssssss, esos pobres padres achicando agua!! Niños cabrones). Prometerme a mí misma que es la última vez que me levanto a coger un trozo de turrón, mientras escribo esto.


No cumplirlo. Percatarte de que los Reyes no te han traído el regalo que más ilusión te hacía (normal, ¿cómo no van a confudirse después de pegarse lingotazos de anís en todas y cada una de las casas que han visitado antes de la mía?).. pero luego descubrir otros más originales que no se te habían ocurrido; tararear los anuncios de “vuelveeee a casa vuelveeee”, y del turrón de Suchard (¡un año entero esperándolo!); ver la cara de flipaos que pone el personal cogiendo caramelos en la cabalgata de mi barrio (por cierto, que siempre aparece la típica vieja a tu lado que, cuando vas a coger “ese caramelo en concreto y no otro”, pone el pie encima, aun a riesgo de pisarte la mano, y dice al marido “Manolo, agáchate a coger ese caramelo”.. &8*#%7x.....)


Y es que, en definitiva, da igual que uno diga que le gustan o no las Navidades; al final, todos vivimos experiencias parecidas... y ¡a ver quién es el listo que, ante una discusión pro-Reyes Magos VS Papá Noel, no ha expresado nunca su encendida opinión a favor de los tres viejitos de Oriente.... o quién no tiene su preferido... o quién no le grita a Baltasar más que a ningún otro, pa que tire caramelos en la cabalgata!.

¡Venga, por favorrrrrrrrrr! jajajaja... Aquí, o todos moros, o todos cristianos. Aunque, en este caso, no sabría definir bien qué somos en estas fechas.


Así, quizá no seamos el mejor ejemplo de coherencia con nuestro estilo de vida el resto del año, o quizá tampoco seamos el modelo ideal de creyentes píos que no caen en “superficialidades comerciales”...


Pero, en fin, lo que yo pienso es que, si Dios es AMOR, aunque no Le tengamos presente, de un modo u otro ESTÁ. Aunque sea como ir a un cumpleaños y no acordarnos del celebrante... la alegría compartida, el revuelo y la fiesta es señal de que la fecha es especial, pues lo triste sería que pasase desapercibida sin pena ni gloria. Por eso, aunque no pensemos demasiado en ese Niño que cumple años mañana, ni en la trascendencia que eso tuvo... de algún modo Él sabe buscar un hueco para colarse en nuestras vidas, convertido en el Amor de quienes nos rodean.


Así que, desde mi estrella, observando de lejos la Estrella que guió a los Reyes hasta Belén (que no es la Estrella de la Ilusión de la cabalgata, eh? ¡poca fuerza tiene esa mujé pa echá los caramelos, ohú! Y qué miedo paso cada vez que hace el amago de tirarlos.. que parece que e va a despeñar desde lo alto!!), os deseo ¡Feliz Cumpleaños, Jesús! y ¡Muy Feliz Navidad a todos, amigos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajaja...¡Muy bueno!
Cierto...¿a quién no le ha pasado algo de esto?
Yo deseo que tod@s (entre l@s que me incluyo) vivamos una eterna Navidad, sembrando el amor que nace ese día tan especial y siempre cada día en nuestros corazones, si nos dejamos.

P.D.: Sigue escribiendo también cosas tan bonitas como las de los mensajes anteriores, que llegan al alma.

¡FELIZ NAVIDAD WAPA!

tere dijo...

FELIZ NAVIDAD LINDA!!!
jejeje.. fuera ya de la coña que tenía escribiendo esta entrada, deseo de corazón que vivas una Navidad profunda, plena de significado y momentos especiales con la family y amigos (lo que tú te mereces, guapa!).

Que HOY, AHORA y... ¡¡SIEMPRE!! sea Navidad.
O, como dice la letra del karaoke que he puesto arriba: "para que todos los días sean Navidad".

Un besote enorrrrrrrrrrrrrrme!!