Ayer estuve en la presentación del libro "El corrido de Dante", de E. González Viaña.
Se trata de un libro que me han mandado leer en uno de los seminarios del doctorado y cuyo autor, peruano, amigo de mi profesor, vino a presentar a La casa del libro, en plena gira promocional de lanzamiento.
La historia entronca la tradición peruana (un "corrido" es una especie de canto y música popular de aquella zona) con la tradición canónica europea (por esa referencia a Dante, y por el nombre de un burro que aparece, y que se llama Virgilio, jeje).
Propiamente, trata de una niña que decide escaparse de casa en su quince cumpleaños... y todo el proceso de búsqueda, y de conflictos diversos, que la situación trae consigo.
El autor, por otra parte, es un hombre genial, expresivo, con una de esas voces serenas pero entusiastas capaces de llenar una sala, y que permiten evocar -a quien le oye hablar- nuevos mundos construidos, con la palabra, en mitad del silencio. Un encanto, de verdad.
Os dejo con algunas frasecillas que fui apuntando a lo largo de la charla:
- "Este libro es un pueblo... es TODOS los pueblos; igual que nosotros somos todos los pueblos, lugares y experiencias que visitamos a lo largo de nuestra cambiante trayectoria vital".
- "Toda la Literatura, como la vida misma, se basa en dos pilares: un viaje y una búsqueda".
- "El llorar, sin reír, hace mal.. hace mucho daño" (no hay nada que no pueda decirse o vivirse con una sonrisa... nos contó varias anécdotas sobre ello completamente increíbles).
- "Se tiene la imagen de un chaman como un asceta, pero usted come, bebe y tiene 17 hijos... Sí, es que aquí en Perú no podemos ser ascetas, somos demasiado pobres para esas cosas".
- "Los inmigrantes son los hombres más ascetas y más mágicos".
- "Mi abuelo, cuando era pequeño, me leía La Divina Comedia en italiano, porque tenía la certeza de que los niños son capaces de comprender todas las lenguas".
- "Cuando ella muere, su corazón sigue con él, hablándole desde alguna región del cielo, o desde alguna región de él mismo".
- "La gente que ha comido ilusiones, generalmente despide reflejos".