Liverpool

Living is easy with eyes closed

Misunderstanding all you see

It's getting hard to be someone

But it all works out

It doesn't matter much to me.

Con estas palabras de la canción Strawberry fields forever, de los Beatles, empiezo esta pequeña entrada para deciros: ¡Ya he vuelto de Liverpool! qué experiencia..

Sin duda, han sido unos días en los que, por encima de currículum, he hecho BIOGRAFÍA: personas de países tan dispares y, a la vez, tan cercanos y propios como México, Perú, Italia, Reino Unido, o la propia España.

Conferencias sobre todo tipo de temas, libros, cuestiones.. a medio camino entre la realidad histórica, la ficción, los sueños, los mitos, los grandes anhelos y proyecciones del alma humana.

Paseos interminables por una ciudad joven aún, llena de vida más que de monumentos, que baila y se contonea al ritmo de su música, y que acoge y sorprende siempre al viajero que la habita, o que se deja habitar por ella.

Tiempo de risas, de alegría, de sorpresa también,... como diría el zorro al Principito: tiempo de "ir creando lazos, poco a poco".

Tiempo de locuras, de aprendizaje, de vivir ratos entrañables con personas nunca antes conocidas, y de conocer mejor a quienes sí eran cercanos (¿dónde estuvísteis todo este tiempo?).

Y tiempo de (re)conocerme en todo eso; en lo que me ha calado, en lo que no; en lo que anhelaba, en lo que no quería que ocurriese; en cada segundo que marcaban los relojes, con su horario inglés imposible, con sus amaneceres a las cinco de la mañana y, doce horas después, su té de las cinco.

De Liverpool me llevo muchas imágenes, como un patchwork sentimental, como una música que emana desde dentro, y que suena a carcajadas e inquietudes varias.. Y, en todas ellas, como reflejo de lo vivido:

MUCHAS SONRISAS COSMOPOLITAS

de esas que quizá sus "dueños" olviden que me las regalaron en apenas un segundo; de ésas -aunque suene tópico decirlo- que siguen habitando los tiempos que marca el corazón, ya para siempre.