domingo, 26 de octubre de 2008

DespedidApocalíptica

Después de esto, miré con los ojos teñidos de notas invisibles y vi una puerta abierta en el espejo. Y aquella voz que yo había oído cuando aún no era, y que parecía el lamento esperanzado del Ave Fénix, me dijo: "Vuelve a ti y te mostraré las cosas que nunca sucederán después de la muerte de la semilla". En aquel momento quedé bajo el poder de la Idea y vi un trono construido sobre una espiga, y alguien estaba sentado en el trono, en posición de loto invertido. Y tenía el aspecto de una piedra pulida por el canto de la lluvia, o de una bandada de cuervos lapislázuli, y alrededor del trono había un desierto que brillaba como una noche sin luna. También vi alrededor del trono otros siete aposentos en los que unas mantis religiosas aguardaban eternamente, e iban vestidas de volcanes en erupción, y llevaban una corona de lámparas encendidas en la cabeza. Del trono salían caricias y promesas incumplidas y delante del trono ardían los deseos buenos de los hombres sin alma.
Y a la derecha del trono había un reloj derretido cuyas gotas iban cayendo sobre un pergamino escrito por dentro y por fuera, y cerrado con siete besos en los párpados dormidos. Y vi un anciano alado que cantaba con los labios cerrados: "¿Quién anhela deshacer el tiempo poniendo los labios candentes sobre estos párpados de gotas heladas, para abrir el pergamino?".
Pero ni el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra había nadie que pudiera soñar con el pergamino. Y yo lloraba tinta y sueños porque no había nadie que creyese en ese rollo.
Entonces, en medio del letargo de los hombres sonámbulos, un alfil transparente tomó las gotas en su dedo menique y se dispuso a tejer con ellas un manto en el que prender las estrellas palpitantes.
Cuando vi que besaba el párpado para succionar la primera gota, oí un canto de sirenas vírgenes que decían con voz crepitante: "¡Sueña!".
Cuando vi que el segundo beso prendido de otra gota, un gemido brotó de mi lengua balbuciente que pronunció: "Omsitardaioestornuvosenti".
Cuando vi que besaba la tercera gota que se deslizaba por los parpados dormidos, los castillos de naipes se erigieron como veletas al viento y las hormigas entraron por el ojo de una cerradura, cantando ópera en un dialecto africano: "ukelefurtivombolacrimamkalakalacrimaaaaaaaa"
Cuando vi que besaba la cuarta gota, las pestañas de los ángeles barrieron los pies de los vivos, preparando el camino hacia la montaña sagrada, formada por letras pétreas sin leer: "lduebapcijhfenfoehab cpñoakwxmjh cbueagxbuxpac"
Cuando vi que besaba la quinta gota, la espuma de los mares se solidificó contruyendo una tumba en mitad del palacio, y vi al pie della a los vivos que habían sido seducidos por proclamar el mensaje non nato. Y decían con voz de arpegios imposibles: "Oh, Reina Madre, ¿cuándo bailarás por los habitantes de la tierra y engullirás nuestras muertes?"
Entonces a cada uno de ellos se les dio una vestidura de piel desnuda para que aprendiesen a amar siendo parte del cuerpo místico.
Cuando vi que besaba la sexta gota, miré las agujas del reloj y hubo una lluvia de plantas sensibles. El Sol se volvió pequeño y un niño lo comió como una golosina; la luna se volvió pan tierno y las pupilas refulgentes de los hombres cayeron al mar para alumbrar los abismos desconocidos, como caen las manzanas del Árbol cuando el alma se encuentra con ansias de amores inflamada. Y decían las montañas y los espacios finitos: "Tumbaos sobre nosotros y escondednos de la soledad del que muere en la espiga. Porque ya ha llegado el día de la fusión plena de los aromas".
Después de esto vi cuatro cirios puestos de pie sobre los cuatro puntos cardinales, deteniendo los cuatro vientos para que no soplaran en la cara de las musas extinguidas. También vi otro cirio que portaban los que leían la palabra sin comprenderla, y cuyas llamas desprendían una luz deconstructiva.
Cuando caía la séptima gota del reloj sobre el pergamino, y los labios abiertos se posaban con su último beso, hubo un silencio en el cielo que duró diez latidos.
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Y luego los ojos se abrieron con el sonido de mil cristales, y el reloj derretido entonó campanadas por cada una de las gotas que se hallaban prendidas en los labios del alfil... y una, dos, tres, cuatro, cinco, seis... y la séptima gota empezaron a danzar en el aire chocando entre sí y originando un silbido como de notas musicales. Y vi a los hombres que habían dejado caer sus ojos en el mar de los abismos, vagar ciegos por los palacios de naipes, vestidos de desnudez y danzando como pábilos vacilantes, con los brazos alzados hacia el universo.
Dichosos los que abandonan sus máscaras y su sed de palabras nunca dichas, los que se despojan de harapos para vestir la piel suave, los que huelen a incienso y pergamino. Dichosos los que abren sus labios esponjados a la verdad con cuentagotas y son capaces de escuchar el susurro de las hojas no impresas.
A todos los que escuchan el mensaje póstumo de este rollo que pende de la nada, les advierto que si alguien añade algo al mensaje, lo haga en cuerpo y alma, que escriba con las manos, que dicte a lametones, que pinte sobre la piel con la melena, que inspire el olor de la vida y espire océanos transparentes.
Y yo, que vi todas estas cosas un segundo antes de despertar, lo escribo ahora para dar testimonio de ello antes de que mi boca enmudezca. Me despido definitivapocalípticamente, anhelando que haya alguien que aún crea en los relojes detenidos, y rogándoos que derraméis gotas de gracia y risas sobre todos. Nada volveré a escribir en este blog, pero dibujaré mis palabras sobre la tierra que piso con las puntas de mis pies descalzos.
Así sea.

5 comentarios:

José Luis Sánchez Domínguez dijo...

"Dibujaré mis palabras sobre la tierra que piso con las puntas de mis pies descalzos" PERFECTA, muy bien. Te felicito por esta frase. Me encanta. Besos.

Anónimo dijo...

Aish, tere, nos abandonas...:-( desde luego, sin palabras me ha dejado tu despedida, apocalíptica, propia de un ser especial como tú, con tanta sensibilidad y riqueza interior, con un don innato... Has dejado una huella en mi blog, porque a través del tuyo llegó nuestra inspiración o ganas de formar parte de los blogeros...Ausente...Y presente...espero verte prontooo!!! besotess

tere dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios tan llenos de cariño.
La riqueza de mi blog no procede de mí: ha sido vuestra mirada la que ha dado valor a mis palabras y un sentido a mis escritos. Así pues: GRACIAS, GRACIAS, Y GRACIAS A VOSOTROS por permitir que mis palabras acariciasen vuestras pupilas y cobrasen voz dentro de vuestra mente.

Ainsss, cómo sois! me va a dar penita no escribir más en el blog... si hasta va a parecer que alguien me leía! jajajaja..

En serio, ha sido un placer verter aquí mis pensamientos y respiraciones.. y tener la posibilidad de abriros las puertas de mi mundo. Seguiré visitándoos en vuestras páginas. Un besazo!!

Anónimo dijo...

Qué lástima dar con este blog un mes después de ser clausurado.Hubiera sido lector asiduo. Si vuelves prometo un comentario por post...jeje

Estrella Filostar dijo...

Qué bonito, interesante y cultural blog!. Me ha encantado "colega" hispánica. ;) Y el título de tu blog, cómo no, de una frase del libro del Principito! Es genial.
Ya veo que el blog está inactivo, espero que algún día lo retomes, si es que se puede hacer!.
¡Un saludo desde Córdoba!.